domingo, 25 de mayo de 2014

Macroglossum stellatarum (Esfinge colibrí)

El aspecto, el color y el vuelo característico de esta mariposa han inspirado la denominación de colibrí, una clara referencia a esta ave que posee una larga lengua tubular y que puede volar permaneciendo inmóvil suspendida en el aire, sin posarse en las flores. El nombre de género, Macroglossum (del griego "macro", "grande", y glossa, "lengua"), hace alusión a la larga trompa de esta esfinge, y el nombre de especie, stellatarum, a las plantas del género Stellaria, de las que a veces la oruga se alimenta.


Esta pequeña esfinge, extendida por el sur de Europa y el norte de África, hasta Asia central y Japón, es indígena al sur de su dominio y migratoria más al norte.
Todos los años comienza a vérsela volar a comienzos de la primavera hasta bien entrado el otoño.
Además de su vuelo estacionario, similar al del colibrí, esta esfinge es capaz de volar en línea a gran velocidad, lo cual le permite recorrer largas distancias. En el sur de Europa puede haber dos generaciones, pero más al norte, los efectivos se renuevan por la llegada de migradoras, ya que ningún individuo sobrevive a los rigores del invierno.


La esfinge colibrí frecuenta jardines y setos soleados. Básicamente vuela a última hora de la tarde, pero nunca por la noche, algo nada habitual en las esfinges, ya que por lo general los esfíngidos son mariposas nocturnas. Al caer la noche se oculta en los resquicios de una roca, construcciones en ruina e incluso casas, donde pasa desapercibida, sobre todo porque, mientras está en reposo, sus alas anteriores apagadas cubren las posteriores, de color naranja. Por la mañana, cuando aún hace fresco, se calienta haciendo vibrar las alas y se va a libar.

Oruga de esfinge colibri
Tras el apareamiento (¡volando!) y un periodo de alimentación, la hembra busca ejemplares de cuajaleches bien soleados para poner en ellos unos 200 pequeños huevos verdes. Igualmente volando, inspecciona una a una las plantas y deposita un huevo en cada yema floral -de hecho, el huevo parece una yema por abrir.
La oruga, verde o parda, lleva detrás el pequeño corniculo típico de las larvas de la mayoría de las esfinges. Se alimenta principalmente de cuajaleches (Galium), pero también podemos encontrarla en la rubia (Rubia), las Stellaria e incluso en centaureas y cardos.


Resulta difícil lograr fotografías nítidas de la esfinge colibrí, ya que siempre está en movimiento. En vuelo estacionario, entrecortado con desplazamientos rápidos de una flor a otra, liba a un ritmo desenfrenado. Este vuelo de tipo "colibrí" es posible por la frecuencia extremadamente elevada con la que aletea: ¡75 veces por segundo!. Con su larguísima trompa, de aproximadamente 2,5cm, recoge el néctar de las flores de corola profunda: jazmín, violeta, petunia, lilas, etc.

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