La fenología de esta especie está supeditada al tipo de clima: en algunas zonas de la península se han llegado a detectar hasta seis generaciones continuas de la Cacyreus. Nulo dimorfismo sexual entre machos y hembras. Anverso de color marrón oscuro sin marcas excepto un punto negro orlado de blanco en las alas posteriores, junto a la base de la cola. Con fimbrias ajedrezadas en los bordes exteriores de las alas. Reverso pardo claro con un intrincado dibujo de franjas oscuras y claras que la mimetizan con el entorno cuando está posada. Envergadura alar de 20 a 28 mm.
Las hembras depositan individualmente los huevos sobre los capullos florales. Las orugas emergentes penetran dentro del tallo, donde desarrollan su ciclo.
Las orugas miden unos 14 mm de largo.
Las crisálidas, de unos 12 mm de longitud, pueden invernar al igual que las orugas, por lo que se las puede encontrar durante casi todo el año. Las crisálidas son muy parecidas a las orugas, pueden ser de color ocre o verdosas, con líneas longitudinales rosas y blancas. Tienen una pilosidad bastante larga y abundante de color blanco.
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